Según un trabajo de la Universidad de Columbia publicado en Science Translational Medicine en Agosto del 2014, se realizó un estudio sobre tres modelos de cáncer gástrico en ratones, aplicando tratamiento quirúrgico ( resección del nervio vago) y tratamiento farmacológico ( inyección de toxina botulinica tipo A), observándose que con ambos tratamientos se reducía la progresion del tumor.
Se sabe que los tumores gástricos tienen una importante dependencia para su crecimiento de las terminaciones nerviosas vagales, teniendo estas como neurotransmisor la Acetilcolina. La toxina botulinica, inhibe la liberación de este neurotransmisor, por tanto seria una vía para disminuir el crecimiento de estos tumores.
Es posible que la conexión nervio-tumor se de en otros cánceres, por tanto una nueva via de estudio se abre con el empleo de la toxina botulinica tipo A.